Fruta
- En las latitudes mediterráneas, la temperatura templada, las horas de sol y la humedad del mar han permitido el desarrollo de una gran variedad de frutas. Esta región ha sido testigo del cultivo ancestral de frutas como uvas, almendras, higos, dátiles, avellanas, pistachos, algarrobas, y de otros cultivos que, aunque introducidos posteriormente, son ya clásicos mediterráneos, como los cítricos (naranjas, mandarinas y limones), las uvas, los melocotones, los melones, las sandías, las peras, etc.
- La fruta es un elemento más de la dieta tradicional mediterránea y ha estado presente desde la antigüedad. En la Antigua Grecia, por ejemplo, los higos eran una fruta estrella. Se consumían tanto en el aperitivo, con vino, como en la comida, y Platón decía de ellos que eran alimento de atletas por excelencia. Se sabe que los romanos ya tenían la costumbre de tomar las frutas como postre tras la comida: conocían su capacidad para saciar el apetito (debido a la fructosa) y alargaban así comilonas y festines.
- El comercio entre países mediterráneos viene de tiempos lejanos. Egipto fue la primera gran despensa del Mediterráneo, debido a la fertilidad de las tierras limosas próximas al río Nilo. Allí se producían, entre otros, grandes cantidades de higos, dátiles, uvas, granadas y almendras, cuyos excedentes se intercambiaban con otros países mediterráneos.
- Actualmente, la región mediterránea es una importante productora de frutas, con un 14% de la producción mundial en 2007. De estos países, Italia, España y Turquía son los mayores productores. La UE es el principal importador de frutas de los países mediterráneos, así como el principal exportador a estos países.
19/08/2011 - 23:37