EL PAPEL DEL PAPEL EN LA
DEFORESTACIÓN
Extraemos madera de bosques primarios (los que había “de toda
la vida”, que se han formado de manera natural), de bosques secundarios
(los que han crecido tras una intervención humana) y de plantaciones
forestales. Según la FAO, el año 2010 el 36% de la superficie forestal
mundial eran bosques primarios, el 57% bosques secundarios y el 7%
restante plantaciones. En el Mediterráneo, la composición de los
bosques en el año 2010 era la siguiente: bosque primario 2%, bosque
secundario 82% y plantaciones forestales 16%.
En los últimos 20 años se ha perdido un 3'2% de superficie forestal en
todo el mundo (aunque la superficie de plantaciones ha crecido un 54%).
Pero la pérdida de superficie no es el único problema; los países con
muchos bosques primarios los explotan hasta convertirlos en
secundarios, con lo cual se pierde calidad de los bosques. Y también
hay países donde se hace tala ilegal (por ejemplo Rusia).
¿Qué lugar ocupa la madera destinada a hacer papel en estas
explotaciones? Pues, en el año 2000, un 42% de la madera talada para
usos industriales se destinó a hacer papel, y procedía en un 17% de
bosques primarios, en un 54% de bosques secundarios y en un 29% de
plantaciones forestales. Esta madera es responsable de
deforestación en algunos países, como Indonesia, China y algún lugar de
América Latina, y de degradación de bosques primarios en otros, como
Finlandia y Canadá. Las plantaciones que se crean incrementan
la masa forestal, si bien son ecológicamente más pobres que un bosque,
porque no hacen muchas de las funciones ecológicas que desempeña un
bosque, ni tampoco absorben tanto CO
2.
En el área mediterránea (sobre todo la parte europea) la industria
papelera está especializada en fabricar papel a partir de eucalipto y
de pino, y estos árboles (mejor dicho, las variedades "papelables" de
estos árboles) sólo crecen en plantaciones. Ahora bien, detrás del
papel que consumimos puede haber explotaciones insostenibles de
bosques, porque no todo es de producción local (se puede importar una
parte significativa del consumo). Por ejemplo, en el 2008, en España el
10% de la pasta de papel que se importó venía de Canadá y Finlandia; en
Francia y en Italia algo más del 15% de las importaciones de madera
provenía de estos países. Como hemos visto, tanto Canadá como
Finlandia, son países en los que las explotaciones papeleras degradan
bosques primarios.