CANALES DE DISTRIBUCIÓN DE LA
FRUTA
Hay muchos tipos de productores/as y de minoristas y
mayoristas. Cuanto más corto sea el canal, es decir, cuantos menos
intermediarios haya entre el/la agricultor/a y el/a consumidor/a, más
control y trazabilidad habrá sobre el proceso. En general, los canales
de comercialización moderno y tradicional se diferencian por el número
y características de los agentes que intervienen en el proceso:
- El canal moderno:
es un canal en el que predominan los operadores grandes, como las
llamadas centrales de compra, pertenecientes a unas pocas empresas que
mueven importantes volúmenes de fruta comprada a un número reducido de
productores grandes. Se dice por ello que está muy concentrado y
verticalizado. Puesto que mueven volúmenes enormes de mercancía, las
centrales de compra tienen mucho poder en las negociaciones y marcan
condiciones sobre la producción (precio, formas de envasado...). Esto
ha originado que la parte del origen también se concentre y se
organice, creando las centrales hortofrutícolas. En los países
europeos, este tipo de canal se ha ido imponiendo a lo largo de estas
últimas décadas.
-
El canal tradicional:
admite más variedad y adaptación al contexto local. Por un lado,
incluye la compra-venta directa, como los puestos de agricultores/as en
mercados o la venta en las fincas de producción. Por otro lado, cuando
existen intermediarios, los agentes que intervienen están menos
agrupados (hay muchos operadores independientes y de pequeño tamaño) y
las compra-ventas se suelen hacer en subastas o en mercado abierto. En
los países del Magreb y de la cuenca oriental mediterránea, éste es el
canal de comercialización más frecuente, aunque en los últimos años las grandes cadenas de
distribución han comenzado a introducirse.