SOBRE LAS PLANTACIONES DE ÁRBOLES PARA LA PRODUCCIÓN DE PAPEL

De cara a la fabricación de papel se cultivan intensivamente dos especies de árboles: el eucaliptus globulus y el pinus radiata, originarios de Australia y California respectivamente. Son árboles que crecen muy deprisa y que desde que se impulsó la creación de plantaciones, hace unos sesenta años, se han introducido en muchos lugares del mundo.

Las plantaciones ocupan una proporción moderada de la superficie forestal en países de la ribera mediterránea norte (15% en España, 10% en Francia, 7% en Italia) pero esta tasa se dispara significativamente en países áridos de la ribera sur, por ejemplo es del 69% en Túnez o del 100% en Egipto.1

Desde el punto de vista ambiental, la principal virtud de las plantaciones es que secuestran CO2. En el lado de los defectos encontramos los propios de cualquier monocultivo intensivo: intoxicación de las poblaciones vegetales y animales vecinas y contaminación de las aguas y los suelos por el uso de fitosanitarios, pérdida de biodiversidad, vulnerabilidad a plagas, agotamiento de nutrientes... Como en otros campos, ya se están cultivando árboles transgénicos. Las especies que se plantan, que como decíamos son exóticas en la mayoría de lugares, pueden “escaparse” de las plantaciones y conquistar los ecosistemas vecinos, por ser de crecimiento rápido y resistentes a condiciones ambientales adversas. En la región española de Galicia, el eucalipto ha pasado de ocupar el 7% de la superficie del parque natural de Las Fragas de Eume, en los años 50, a ocupar el 20% en la actualidad. 

Los árboles de las plantaciones “beben” mucha agua. Esto no representa ningún problema en zonas muy lluviosas o poco habitadas, pero si la plantación se instala en lugares no tan ricos en agua o en los que el agua ya está siendo usada por alguien, aparecen conflictos. Un estudio hecho en una zona de Sudáfrica muestra que los cursos de agua se secan tras 8 años de plantación de eucalipto y tras 12 años en el caso de los pinos, y estas corrientes de agua no se vuelven a recuperar hasta cinco años después de haberlas cortado. Desde una comarca colombiana en la que se han instalado plantaciones junto a las tierras que cultiva la gente del pueblo nos explican esto: Estamos [rodeados por] un cultivo de pino, y en medio de estas raíces no podré yo sembrar una mata de maíz porque no se me va a dar. El campesino [..] termina regalando [la tierra] prácticamente a la empresa porque, pues, lo que le ofrecen es muy mínimo y no tiene donde reubicarse, ni en el pueblo va a poder sobrevivir con la poca plata que le den por ello. Entonces hay un desplazamiento, sin obligarnos ni nada, pero de manera muy inteligente consiguen sacar al campesino de su territorio. [..] Estamos cambiando agua, con toda la riqueza que tiene para la vida y para nosotros, por pasta de papel.2

Las grandes multinacionales forestales y papeleras están expandiendo las áreas de plantaciones que tienen al Sur;  entre las más poderosas están Botnia, UPM-Kymmene, Stora Enso, Asia Pulp and Paper o la española Ence. En muchas de estas plantaciones se dan el conjunto de problemáticas sociales típicas de las explotaciones de materias primas gobernadas por grandes poderes empresariales, que se caracterizan por el abuso de poder y la falta de respeto por las poblaciones locales: apropiarse indebidamente de tierras, no dejar participar a las poblaciones locales en la toma de decisiones, imponer condiciones abusivas en los puestos de trabajo (aunque las plantaciones no generan demasiados, sólo en el momento de ser establecidas), impedir o dificultar que la gente del lugar acceda a los recursos naturales de la zona... 

Todo ello hace que, en el Sur, las plantaciones sean vistas por las poblaciones locales afectadas como fuente de degradación y de competencia con el tejido económico y social tradicional. Los indígenas mapuches de Chile llaman a las plantaciones “soldados plantados”, porque son verdes, están en filas y avanzan. En Brasil les llaman “desierto verde”, y en Sudáfrica “cáncer verde”. Seguramente estas personas no usarán muchos de los pañuelos de papel que saldrán de los árboles que les roban los recursos.




1. FAO: Evaluación de los recursos forestales mundiales 2010.
2. Extraído del vídeo Plantaciones: conflictos y resistencias. La organización Amigos de la Tierra Uruguay tiene un mapa de conflictos ambientales asociados a la industria papelera en América del Sur.