Ya lo sabemos: el sol es necesario (por ejemplo nos permite sintetizar la vitamina D, nos mejora el humor...), pero sin pasarse. Cuanto más rato estemos, sobretodo cuando cae más de pleno, más efectos perjudiciales de los rayos ultravioletas recibimos. La nocividad varía en función del tipo de piel, de si estamos demasiado acostumbrados al sol, y de la hora y el lugar en qué lo tomamos. Que no nos toque demasiado.
Las cremas protectoras más aconsejables son las que sólo llevan filtros físicos.
A más factor de protección, más químicos. Un factor 15 filtra el 93% de los rayos UVB y al menos el 30% de los UVA.
mundo científico: Agencia Estatal de Meteorología, Instituto Catalán de Oncología, Servicio Meteorológico de Cataluña, Universidad de Barcelona: Dpto. de Astronomía y Meteorología, Dpto. de Bioquímica y Biología Molecular (biología), Unidad de Biofarmacia y Farmacocinética;
expertos: Xavi Bordàs (dermatólogo), Susana Puig y Josep Malvehy (oncólogos);
libros: Antonio Palomar: La sabiduría de Higea. El poder curativo del cuerpo (Txalaparta 2007);
organizaciones: Asociación Española Contra el Cáncer, Asociación Europea de Organizaciones de Consumidores, Ecocert, Greenpeace, Grønn Hverdag, Organización Mundial de la Salud, Programa de las Naciones Unidas por el Medio Ambiente, The Soil Association.