Para trabajar necesitamos luz fría y abundante, para relajarnos luz cálida y tenue. De otra banda, a la luz de una bombilla no vemos los colores igual que con luz natural. Para iluminarnos bien es importante fijarnos en qué tipo de luz hacen las bombillas que podemos comprar.
Las bombillas de bajo consumo gastan cinco veces menos electricidad que las convencionales y duran hasta diez veces más, pero la fabricación y el tratamiento como residuo son más complejos. Podemos valorar para qué usos vale más quedarnos con las incandescentes o halógenas.
Para tener una buena salud visual y general es tan importante la cantidad como el color de la luz.
Usemos bombillas de bajo consumo, excepto en lugares en qué se usa poco la bombilla o se apaga enseguida, o si necesitamos ver bien los colores.
empresas del sector: Ambilamp, Cofac, Empresa Nacional de Residuos Radiactivos, Joan Ordeix, Laes, Monsó y Benet, Philips, Siemens, Vitri;
centros académicos: Dpto. de Psicología Básica, Evolutiva y de la Educación de la Univ. Autónoma de Barcelona, Instituto Clínico de Oftalmología de la Univ. de Barcelona;
expertos: Edu Gálvez, fotógrafo;
administraciones: Comisión Nacional de Energía, Entidad Metropolitana del Medio Ambiente, Instituto Catalán de Energía, Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía;
organizaciones: Asociación de Naturalistas de Girona, Cel Fosc, Fundación Terra, Greenpeace, Illuminating Engineering Society of North America, Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud.