SCP/RAC

El Centro de Actividad Regional para el Consumo y la Producción Sostenibles (SCP/RAC) es un centro de cooperación internacional con los países mediterráneos en materia de desarrollo e innovación del sector productivo y la sociedad civil a partir de modelos de consumo y producción más sostenibles.

El Centro lleva a cabo su función en el marco del Plan de Acción para el Mediterráneo (PAM), que pertenece al Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

El Centro se estableció en el año 1996 bajo el nombre de Centro de Actividad Regional para la Producción Limpia mediante un acuerdo de colaboración entre el Ministerio de Medio Ambiente (el actual Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, o MAGRAMA) y la Generalitat de Catalunya. El establecimiento del Centro se basa en una decisión acordada por las partes contratantes del Convenio para la Protección del Medio Marino y la Región Costera del Mediterráneo (conocido como Convenio de Barcelona), que constituye el marco legal en el que opera el PAM.

En 2013, las Partes Contratantes del Convenio de Barcelona acordaron cambiar el nombre del centro por Centro de Actividad Regional para el Consumo y la Producción Sostenibles (SCP/RAC), con la finalidad de actualizar el nombre de acuerdo con su mandato.

Asimismo, a partir del año 2009 el Convenio de Estocolmo sobre contaminantes orgánicos persistentes (COP) se añade al marco de actuación del SCP/RAC, dado que el Centro es designado centro regional por las partes contratantes del Convenio para su aplicación. Desde entonces este tipo de contaminantes se incluyen como prioridad en gran parte de las actividades del SCP/RAC.

El SCP/RAC trabaja para el fomento de capacidades y para contribuir al intercambio de conocimientos en ámbitos como:

• La adopción de la eficiencia de recursos y la producción limpia y la prevención de la contaminación como factor de competitividad y de rendimiento económico para las pymes.
• La reducción de la generación de sustancias químicas peligrosas y su uso mediante las mejores técnicas disponibles (MTD) y las mejores prácticas ambientales (MPA).
• La promoción de iniciativas para la innovación y el fomento del emprendimiento que contribuyan a un estilo de vida más saludable y más sostenible para la ciudadanía.
• La introducción de criterios ambientales en los procesos de compra de las organizaciones (compra pública verde).
• La introducción del concepto de sostenibilidad en los currículos de las universidades y escuelas de negocios.
• La incorporación de la educación sobre consumo y estilos de vida sostenibles en los planes de trabajo de las organizaciones de la sociedad civil.