La prohibición de los metales pesados y otras sustancias químicas peligrosas en los aparatos eléctricos y electrónicos se ha ampliado ahora a una gama mucho más amplia de productos y las normas correspondientes entran en vigor hoy. La nueva legislación mejorará la seguridad de productos electrónicos tales como termostatos, dispositivos médicos y tableros de control e impedirá la liberación de sustancias peligrosas en el medio ambiente. Los Estados miembros disponen de 18 meses para incorporar las nuevas normas a su ordenamiento.
Estas normas constituyen una revisión de la Directiva sobre restricciones de sustancias peligrosas en los aparatos eléctricos y electrónicos (Directiva RoHS). Seguirán estando prohibidos el plomo, el mercurio, el cadmio, el cromo hexavalente y los ignífugos polibromobifenilos (PBB) o polibromodifeniléteres (PBDE). La Directiva RoHS anterior cubría varias clases de aparatos eléctricos y electrónicos, tales como aparatos domésticos y aparatos electrónicos de consumo y de TI, pero ahora se ha ampliado a todos los aparatos electrónicos, cables y piezas de recambio. Seguirán pudiendo concederse excepciones de no existir alternativas satisfactorias. La lista de sustancias prohibidas se revisará de forma periódica.
Los elementos clave de la nueva Directiva son los siguientes:
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