QUÉ NOS APORTA?

La leche se transforma en yogur por la acción de dos bacterias (Streptococcus thermophilus y Lactobacillus bulgaricus), que hacen una fermentación que convierte la lactosa en ácido láctico, más fácilmente digerible para los adultos que la lactosa. El yogur contiene calcio, fósforo, magnesio, sodio, oligoelementos... La publicidad a menudo lo muestra como necesario para la salud de la flora intestinal, pero de hecho nuestra flora puede mantenerse perfectamente sansa sin tomar yogur. Sí que el yogur (así como los alimentos probióticos) ayudan a regenerarla después de que se haya desequilibrado a causa por ejemplo de alguna diarreas, como la que pueden producir algunos antibióticos. Lo más saludable, para la digestión y para todo el cuerpo, es alimentarnos bien.

La cantidad y calidad de los nutrientes del yogur depende principalmente de la calidad de la leche. Escojamos yogures hechos con leche de calidad.

Para qué el yogur conserve las propiedades beneficiosas las bacterias que contienen han de estar vivas en el momento de comérnoslo, cosa que no pasa si el yogur se pasteuriza. De otro lado, en la producción de yogures se busca atraer al consumidor ofreciéndole variedad a través de gustos y texturas (mousse, yogur cremosos, batidos de yogur...), colores, el envase (como la copa) o ingredientes para "enriquecer". Aprendamos a distinguir la calidad nutritiva del yogur.